Capítulo
1:
Diciembre
de 2013
09:30 de
la mañana, entra el sol por los pequeños agujeros de la persiana,
un rayo de luz intenta penetrar en mi ojo pero me vuelvo en seguida
al lado derecho de la cama.
Suena el
despertador. Maldita sea, las nueve y media, toca levantarse.
Me levanto
de la cama y voy directa al baño a lavarme la cara con jabón neutro
como todas las mañanas, vuelvo a la habitación, abro el armario y
me pongo un vestido blanco ni muy largo ni muy corto, a mi medida de
ajuste, me pongo unos tacones negros y por último, cojo el bolso
negro que está colgado en el perchero de la entrada.
Salgo del
piso, cierro la puerta con llave y entro en el ascensor pero cuando
las puertas se van a cerrar alguien alza su brazo y vuelven abrirse.
Era un
hombre vestido con una camisa blanca y pantalón de traje negro
acompañado de unos zapatos también de igual color, iba mirando el
móvil antes de que diera un paso para entrar, nos miramos y nos
saludamos por educación. Mientras el ascensor bajaba tres pisos, el
hombre seguía mirando atentamente su móvil, me fijé un poco más
mirándole de reojo y era bastante varonil, elegante y a la vez normal ya que su primer botón de la camisa lo llevaba desabrochado
y no llevaba corbata ni chaqueta.
Era alto,
moreno con el pelo hacia arriba despeinado pero le quedaba bastante bien, llevaba
corta la barba y... ¡Mierda!
Las
puertas del ascensor se abren y el hombre coge unas gafas de sol que
tenía metidas en el bolsillo, se las pone y antes de salir, me
vuelve a dar saludar, yo detrás de él le sonrío con una
pequeña sonrisa, él se para en los buzones y yo salgo por la puerta
del edificio.
Hoy me
apetece ir andando a la cafetería de la calle de al lado, pues es un
día bonito,hace sol, no hace calor sino brisa fresca, la gente
agitada camina por la Gran Vía , otros pasean y yo quiero tomarme
un café bien cargado con un donut de chocolate. Di que sí,
Marta, te lo mereces, hoy va ser un buen día lo presiento.
09:38
de la mañana, he terminado de desayunar tranquilamente y me quedan
siete minutos para llegar a la entrevista de trabajo. ¡Qué
nervios! Tranquilidad...
Salgo
de la cafetería y comienzo a andar hacia mi destino: la entrevista,
está a unas calles de aquí cerca, la verdad es que si me cogieran
estaría bastante cerca de casa. Voy andando y me paro en
un paso de peatones, en frente observo un edificio alto con
un gran letrero en medio llamado BANK el cual me dirijo. De
allí me han llamado para una entrevista para ser secretaría del
director del banco y los pies cada vez me tiemblan más cuando me voy
acercando a ese edificio.
Entro
por una puerta giratoria, me encuentro una entrada enorme, delante
mía unas mesas con gente sentadas en sillas trabajando y atendiendo
a clientes, a mi derecha dos puestos con dos mujeres en el cual se
ingresa dinero, se retira y algunas que otras operaciones, a mi
izquierda una escalera junto con un ascensor.
Tengo
que ir a la planta cuatro... Iré en ascensor, no quiero sudar y
llegar mal. El ejercicio lo dejamos para mañana, qué más dará un
día mas que menos.
Entro
en ascensor y tecleo el piso cuatro, el ascensor cierra sus puertas y
comienzo a subir. Cuando llego y se abren las puertas hay un pasillo
alargado verticalmente, yo me dirijo a la derecha, sigo andando y
todo está en silencio sólo mis tacones hacen ruido, llego y hay
como una sala con cinco sillones color marrón, macetas a su
alrededor y un gran ventanal que da a la calle. Vaya vistas...
No me doy cuenta al principio pero hay una puerta color marrón de dos puertas.
Alguien
sale de esa puerta y sonriente pregunta:¿ Marta González?
-Sí
soy yo.
-Adelante,
te estamos esperando.
-Muchas
gracias- mientras ella me sujeta la puerta con una corta sonrisa se
lo agradezco y entro pero ella no se queda conmigo pues sale y cierra
la puerta.
Estoy aterrorizada...

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