viernes, 30 de septiembre de 2016

Poema del ayer.

Te he buscado en millones de canciones. 
He intentado hallar tus labios, tus ojos y tus mejillas,
pero únicamente acababa escuchando tu adiós, frío y distante,
vacío y abrumador.
Así quedaron los pasillos del instituto; 
Fríos y vacíos sin nosotros.
Recuerdo cuando todos los días nos cruzábamos,
nuestras miradas se quedaban clavadas una tras la otra,
hoy me duele que ya no pueda mirarte aunque sea 
transmitiendote  por los ojos el cariño que te tengo en silencio.
Contigo siempre en silencio.
Contigo siempre tan cerca y siempre tan lejos.
Rozando cada uno de nuestros dedos disimuladamente 
para que nadie supiera que nos queremos.
Hoy estás lejos como los pasillos.
Sé que ya no será lo mismo sin ti,
sin un poco de "nosotros".
Extraño tu rostro, por eso acudo a canciones
donde pueda recordarla sin miedo.
Donde pueda recordarte más cerca,
donde no tenga que lamentarme por no
haberte dicho "te quiero".
Por no haber corrido de vedad hacia a ti.
Por tener miedo y dejarte ir.

Créeme si te digo que volvería a vivir
cada uno de esos momentos 
pero si te soy sincera, quisiera decirte
que te besaría sin frenos,
ya que eres solamente tú 
quién me hace vivir y sentir de verdad.
Aunque con una mirada tuya 
eres capaz de llevarme al mismísimo infierno
y a la vez convertirme en un ángel enamorado
aprendiendo a decir:
"espérame que aún yo sí te debo tus mejores momentos".

NN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario