viernes, 30 de septiembre de 2016

Poema del ayer.

Te he buscado en millones de canciones. 
He intentado hallar tus labios, tus ojos y tus mejillas,
pero únicamente acababa escuchando tu adiós, frío y distante,
vacío y abrumador.
Así quedaron los pasillos del instituto; 
Fríos y vacíos sin nosotros.
Recuerdo cuando todos los días nos cruzábamos,
nuestras miradas se quedaban clavadas una tras la otra,
hoy me duele que ya no pueda mirarte aunque sea 
transmitiendote  por los ojos el cariño que te tengo en silencio.
Contigo siempre en silencio.
Contigo siempre tan cerca y siempre tan lejos.
Rozando cada uno de nuestros dedos disimuladamente 
para que nadie supiera que nos queremos.
Hoy estás lejos como los pasillos.
Sé que ya no será lo mismo sin ti,
sin un poco de "nosotros".
Extraño tu rostro, por eso acudo a canciones
donde pueda recordarla sin miedo.
Donde pueda recordarte más cerca,
donde no tenga que lamentarme por no
haberte dicho "te quiero".
Por no haber corrido de vedad hacia a ti.
Por tener miedo y dejarte ir.

Créeme si te digo que volvería a vivir
cada uno de esos momentos 
pero si te soy sincera, quisiera decirte
que te besaría sin frenos,
ya que eres solamente tú 
quién me hace vivir y sentir de verdad.
Aunque con una mirada tuya 
eres capaz de llevarme al mismísimo infierno
y a la vez convertirme en un ángel enamorado
aprendiendo a decir:
"espérame que aún yo sí te debo tus mejores momentos".

NN.

lunes, 26 de septiembre de 2016

El chico misterioso de la cafetería Rosie's (2)

Han pasado ya dos semanas desde que le dejé con la boca abierta en medio de aquella calle.
Nadie sabe como yo,el dolor que me invadió el pecho aquel día, cuando tuve que mirar hacia delante sin poder mirarle una vez más, sin tener el valor de decirle que me dejó hace cuatro años con una enorme rabia en el corazón y, tristemente, no sé cómo curarla.
¿Pero decidme vosotros cómo curo una herida que siempre por mas que la cierro siempre acaba abriéndose?

¡Marta! ¡Marta!- dijo gritándome en medio de la calle.
Puedes gritarme tan fuerte como quieras pero nunca te responderé a preguntas que hace tiempo te dieron igual- le contesté sin mas preámbulos y con lágrimas en los ojos, giré sin ser yo quien mandara  a mi cuerpo. No comencé a correr sino dedique a mis pies una caminata tranquila para que el viento no me diera más de la cuenta en la cara.
Sé que se quedó más tiempo hasta que yo crucé la calle y la oscuridad me absorbiera. No sé cómo pero lo sé, sé que por fin la culpa le percató por mis palabras luchadoras ante un guerrero que no es quién dice ser. Es un guerrero egoísta a cual amé sin importarme otra cosa que no fuera él. Me enamoré. Tenía miedo de algún día hacerlo y que me partieran el corazón como ya ocurrió, pero es así como aprendemos y nos damos cuenta que la vida no es para vivirla sin preocupaciones. O al menos eso pienso yo.

Escribía, escribía en mi blog una y otra vez hasta que pasaban los días y el dolor, la decepción y el sentimiento que renacía este amor se convertían en ceniza como la leña de mi chimenea.

Quería volver para hablar las cosas de un modo más civilizado pero a la vez, quería matarlo, borrarlo, no de esta vida, sino llevarlo a otra calle, otra ciudad, otra provincia y hasta otro país. Lo único que quería sin ser ninguna amenaza era que se ocultase en dónde quisiera para que yo nunca le pudiera encontrar- le dije a Alicia por teléfono.
Ella  sólo se dedicaba a escucharme porque no se creía lo que me había ocurrido, estaba en shock.
La persona que llevas  años intentado olvidar aparece un día de la nada sin ni siquiera reconocerte- contestó ante mi última palabra- siento y no sabes cuánto lo que te ocurrió, ojalá hubiera estado allí para decirle cuatro barbaridades y también, que nunca se vuelva a acercar a ti.
La cruda realidad es esa, Ali, siempre Javier ha sido así, especial por describirlo de alguna manera.Ya no me duele el haberse marchado sin decirme nada, ahora me duele el hecho de no reconocerme- intenté explicarle de alguna forma a Alicia lo que llevaba dentro todos estos días, y sin poder evitarlo, mis lágrimas volvieron a caer.
Te quiero vida, mañana me lo cuentas si hoy ya no puedes con las palabras, además es tarde, y quiero que te acuestes. ¡No te olvides de la valeriana!
Así es cómo se terminó la conversación por teléfono entre ella y yo. Llena de dolor inexplicable y a la vez tan aliviador.

Nunca me faltaron las ganas de volverle a querer y ahora, mi corazón está en pausa pero mi mente, siguiéndola, es decir adiós a alguien que nunca supo apreciar el cariño que le daba.
No volví a saber nada de él, si te soy sincera lector, he querido saber pero si lo hacía,sabría que sería una persona inmadura y no avanzaría porque así ha sido con él, nunca podía avanzar ni para un lado ni para otro sino me esperaba un camino desviado cuya pancarta decía: Si buscas la felicidad por este camino la vas a encontrar.

Hacia allí me dirigí y nunca me hizo falta su recuerdo a menos que me topara con alguien nuevo con su misma personalidad para recordar lo mal que lo pasé y echarlo sin tener que decirme un por qué. Ya lo sé.
Hoy tengo el corazón abierto para quien quiera estar, pero lo echaré sin duda alguna si no va fiel a él.

        FIN.
                                                 NN.


jueves, 15 de septiembre de 2016

Corre,pero tampoco huyas.


Nunca quise que me desordenaras la vida. Al contrario, quise que pudieras ordenarla.Mi mente vivía en el país de Nunca Jamás siempre volando a cualquier lugar.
Nunca quise llenar mi corazón de tinta, describiéndonos  en simples palabras, sino sólo quise que fueras sincero a la hora de pedir perdón. Nunca hizo falta que me mostraras tus verdaderos sentimientos, simplemente quise apoyar la cabeza en tu hombro, echar unas cuantas lágrimas y escuchar de tu boca " Tranquila, todo cambia. Así es la vida. Buena y mala".
Pero siempre cada mañana un rayo de sol cruzaba los huecos minúsculos de la persiana proyectando una línea recta y sutil hacia el lado derecho de mi cama quedando iluminado y haciéndome pensar que aunque no permanecieras ahí tumbado mi sonrisa quedaría siempre puesta.
Y tras esto tengo dos opciones: vivir naufragando en tu recuerdo o vivir intentando volver a sentir. Claramente, eligo la segunda porque prefiero volver a sentir que naufragar en medio del océano sin rumbo el cual querer tomar.
Cuántas cosas  y cuántos sentimientos han cambiado. Por ejemplo, en los vasos de agua ya no me ahogo y que, no debemos vivir con prisa, y vivir con prisa cada día significa  aprovecharlo al máximo.
Si vives  por vivir nunca llegarás a ser feliz y las calles por las cuales pases cada una de sus farolas se apagarán como si fuera una desilusión de que no estás como piensas de verdad. Estás  mal.
Mi caso es huir  de todo y de todos. Huyo de los problemas que acaban ocasionando la verdadera razón de las cosas y sencillamente tengo la obligación de echarlos a un lado,así porque sí. Cuando en realidad, no puedes echarlos a un lado, ya que si  a tu vida han llegado son para que aprendas afrontarlos por muy difícil que sean, hazlo, porque si no lo haces el toro te habrá llevado por delante y ya no sabrás cómo arreglarlo.
                                  Corre pero tampoco huyas.  
                             
                                                            NN.