No sé si volveré a verla, no sé si eso es bueno o malo, pero os prometo una cosa, nuestra historia preferida sea la que sea, seguro que fue escrita para un solo lector.
Sevilla estaba tan hermosa aquel día. Era la hora del almuerzo y comenzaba el alboroto de personas yendo y viniendo de cualquier sitio. La verdad, es que no te dejaba pasar y a mi, me daba igual, el viento soplaba con tranquilidad en mi rostro el cual mostraba una gran sonrisa. Pero como siempre... Falla algo. . El único defecto fue que le volvería a ver y, sinceramente, no sabía por qué.
Me encantó pasear por todas esas calles y terminar sentada en algún que otro banco del Parque de María Luisa tomarme un respiro a causa de la calor que hacía aquel 28 de mayo del 2009.
Las vistas hacían que mis ojos brillaran y esa fecha nunca podría olvidarla.
Observé los caballos con sus carrozas enormes de color negro y dorado y aquellas hojas movidas por el viento cayendo de los árboles que acababan pasando por mi lado en aquellas calles anchas llenas de personas bastantes satisfechas de lo que estaban viendo, la hermosa Giralda.
Terminé en otra calle cuyo nombre nunca recordé y allí estabas tú, pues parecía que mis ojos desde que había llegado sólo te buscaban a ti.
Estabas frente aquella librería con el letrero de color carmesí de pié mirando por el escaparate como cambiaban los libros por unos nuevos como solían hacer algunas mañanas.Ojalá hubiese tenido la fuerza de decirte todo lo que sentía.
Todo me confirmaba que era él, su melena corta de color negro, su pantalón vaquero que siempre solía ponerse para una ocasión especial y aquella sudadera que siempre me encantaba como le quedaba.
Pasó por mi mente que me acercaba a él y le decía después de tanto tiempo que era yo, aquella chica que conoció por casualidad en aquella plaza que seguro no recordaba. En ese momento, me hubiese gustado decirle que era el amor de mi vida y preguntarle:por qué se marchó.
La realidad fue que, a pocos segundos retrocedí lentamente ocultándome entre la gente, ni si quiera era capaz de mirar hacia atrás una vez más, porque si miraba sabría que él ya no estaría, saldría otra vez corriendo tras él y acabaría sin encontrarle y reprochándome que la casualidad más bonita del mundo la terminé desperdiciandola como los días que permaneciste en mi vida(o eso es lo que he pensando siempre).Tenía miedo. Miedo porque no me imaginaría en sus labios rojizos salieran palabras de que no me reconoce y que me equivocaba de persona porque a mi nunca me había conocido, sólo sabía que acabaría llorando como si el mundo me estuviese tragando y por eso,no permanecí.
Me hubiese gustado abrazarle por la espalda y no soltarle, darle un beso de película que nunca pudiese olvidar, pero aquel instante, esa pequeña persona insignificante en esta vida había decidido irse de allí, recordar aquel momento toda su vida y pensar que fue feliz porque él seguía bien y seguía siendo el mismo que conoció una vez, había crecido un poco más y yo ante él seguía siendo una cría llorona por nunca saber que hacer.
Él fue quien decidió quedarse inmóvil cuando de mis ojos salían lágrimas sin parar aquel día de enero, él fue quien no supo decirme que nunca se marcharía si antes decir un ''te quiero'' de su boca.
Así que, no sé si le volveré a ver, solo sé que hoy, aunque me muera por verle, seguiré pensando que fue un pasatiempo en mi vida el cual algún día debo superar y pensar que él nunca estuvo para mi como todas las veces que yo siempre estuve para él.
Y en este instante, te digo adiós.
Porque si me quedo,¿qué espero?
No puedo obligarte a quererme y ni siquiera obligarme a olvidarte.
Todo pasa por alguna razón en esta vida y esta vez, para mi, es comenzar a olvidarte y aunque sepa que nunca sabrás que todo este sentimiento ha existido a día de hoy, te intento borrar de mi corazón, de mi cabeza y de todos los lugares donde te pueda encontrar porque así es el amor, a veces se gana y otras se pierde y yo además de perderte tú acabaste perdiéndome primero por ser un simple egoísta.
Ésto es a lo que llamo comenzar a intentar algo de verdad, superar tus miedos y seguir tu vida viviendo de verdad sin pensar en el pasado y ni siquiera en el futuro, pensando en ti y las cosas beneficiarias que existen en esta vida para ti misma, no pensando en amores del pasado los cuales no van a darte la respuesta de qué tienes que hacer, ellos son los únicos que te harán entristecer.
Creo que ya te he querido lo suficiente, cerrar este capítulo de mi vida que ha sido el más duro de superar y que sé que todavía no lo he logrado pero es un reto que debo ganar.
NN.