sábado, 5 de marzo de 2016

Destino.

A veces, odio al destino.
Lo odio porque me quita a la persona que quiero y  la devuelve cuando ya he hecho todo lo posible para olvidarla. Es extraño como intentas olvidar a una persona que has querido tanto y de repente, cuando menos lo  esperas, vuelve.
Vuelve para recordarte que está ahí como si estuviera esperándote, pero en realidad, no te está esperando, espera a otra persona que le ayude a ser feliz y la verdad, es que a su manera nunca la podrá logar encontrar.
Mientras yo estoy esperando con las manos abiertas de nuevo como una estúpida y pienso determinadamente: ¿Cómo puedo seguir sintiendo lo mismo después de tanto tiempo? Llego a la conclusión de que ese sentimiento que te invade nunca se ha ido sino hubo un momento en que tuviste que tomar una decisión y debías alejarte de esa persona ocultando así el sentimiento.
El tiempo me ha ayudado a olvidar pero yo misma  lo único que  he hecho es ocultarlo.Mientras lo he ocultado me ha ido bien pero cuando ha vuelto, ha vuelto con más fuerza que ninguna vez de las que me he vuelto a  cruzar con él.

Además de que soy insegura, esta vez no ha sido mi culpa en no querer estar con él sino por que me ha dado el motivo de que siempre he estado comiéndome la cabeza y dicho motivo, es que nunca por muchas veces que el destino nos haya vuelto a cruzar nunca hemos estado hechos para estar juntos.

Esta vez el tiempo me ha vuelto a dar la razón.
                          NN.


No hay comentarios:

Publicar un comentario