miércoles, 30 de marzo de 2016

Por ti, por mí y por nosotros.

Hoy quisiera contarte que me siento mal porque sigues sin estar a mi lado ya que tú eras el único que llegaba a comprenderme.Estoy perdida, necesito que hablemos, que al menos me digas qué tal estás y qué piensas de todo esto que necesito expresar, pues si tú te has acordado alguna vez de mi o tal vez decidistes olvidarme y seguir tu camino como quisiste seguir. 
                                                 
                                        ¿Qué podría hacer para que vuelvas?

Me gustaría tanto contarte millones de cosas que me han pasado todo este tiempo. Por ejemplo: 
No he vuelto a conocer una persona que me haya llenado como tú lo hacías,  el dolor que siento aquí adentro es el mismo que sentí cuando dejamos de hablar. A día de hoy te sigo echando de menos como el primer día y sigo preguntándome por qué no puedo llegarte a olvidar.
 Sé que  han pasado tres años y también sé que las cosas no van a cambiar, tú sigues sin volver y  yo sigo sin poder ser la misma de siempre, esa que cualquier problema que tuviera le sonreía con una preciosa sonrisa, la persona que todos pensaban que era fuerte y que en realidad, era la más débil de todas, necesito volver a ser yo misma para que personas como tú nunca me puedan.

He aprendido a dejar de llorar e intentar conseguir esa coraza en el corazón que siempre me aconsejabas que hiciera, ¿para qué mentir?
Las corazas en el corazón nunca han existido pues cuando tú sientes por una persona sientes de verdad y no puedes ni ocultarlo ni controlarlo, estás verdaderamente perdida, en ese momento, la única opción que tienes es solamente aceptar tus sentimientos hacia esa persona y si llegase el día de tener que expresarlos, decirlos sin miedo y con mucho valor, aguantándose ese nudo en el corazón.
Eso me ocurrió contigo.
Empecé a quererte aún sin saber que significaba el verbo "querer" a alguien y fue contigo con quien me di cuenta de ello.  Contigo aprendí a ser yo misma lo cual hasta hoy lo he sido siempre y la verdad, es algo que debo agradecer. Cuando te fuiste con ella pensé que  nadie tiene la culpa de quien se enamora, siente o deja de sentir sino  solo pensaba en ti y en tu felicidad porque sabía que tú nunca me ibas a mirar con los mismos ojos que llegarías a mirar a otra persona y por eso me fui, por eso te fuiste porque sabías que necesitaba respirar de ti y tú necesitabas respirar de mi. 
Al final, acabamos los dos respirando cerca de los labios de otras personas y sintiéndome culpable por no saber la verdadera respuesta.

Sé muy feliz al igual que yo conseguiré serlo sin llegar a pensar en ti.
                                                                                                                                            NN.

sábado, 5 de marzo de 2016

Destino.

A veces, odio al destino.
Lo odio porque me quita a la persona que quiero y  la devuelve cuando ya he hecho todo lo posible para olvidarla. Es extraño como intentas olvidar a una persona que has querido tanto y de repente, cuando menos lo  esperas, vuelve.
Vuelve para recordarte que está ahí como si estuviera esperándote, pero en realidad, no te está esperando, espera a otra persona que le ayude a ser feliz y la verdad, es que a su manera nunca la podrá logar encontrar.
Mientras yo estoy esperando con las manos abiertas de nuevo como una estúpida y pienso determinadamente: ¿Cómo puedo seguir sintiendo lo mismo después de tanto tiempo? Llego a la conclusión de que ese sentimiento que te invade nunca se ha ido sino hubo un momento en que tuviste que tomar una decisión y debías alejarte de esa persona ocultando así el sentimiento.
El tiempo me ha ayudado a olvidar pero yo misma  lo único que  he hecho es ocultarlo.Mientras lo he ocultado me ha ido bien pero cuando ha vuelto, ha vuelto con más fuerza que ninguna vez de las que me he vuelto a  cruzar con él.

Además de que soy insegura, esta vez no ha sido mi culpa en no querer estar con él sino por que me ha dado el motivo de que siempre he estado comiéndome la cabeza y dicho motivo, es que nunca por muchas veces que el destino nos haya vuelto a cruzar nunca hemos estado hechos para estar juntos.

Esta vez el tiempo me ha vuelto a dar la razón.
                          NN.