lunes, 9 de noviembre de 2015

Siento que hayas sido tú de quien me haya enamorado.


A veces siento que no me duele tanto pronunciar tu nombre cuando me preguntan que fue de ti.
Y si me duele,dime,¿qué importa?
Si aunque me duela tu recuerdo aún sigo aquí viva, viviendo,
aunque me hayas abandonado, amor... Te sigo esperando.

Perdóname por haberme enamorado de las cuatro letras de tu nombre,
de tus caricias disfrazadas de frialdad y hasta de tus besos infinitos
pero fue como aprendí a escribir así;
Aprendí a escribir de ti.

Pensando que algún día  llegará aquella persona que haga feliz mis días y yo los suyos.
Y tú, a lo mejor, quién sabe, estarás buscando a esa chica PERFECTA de la cual siempre me hablabas sin cesar, o tal vez no, tal vez la hayas encontrado y sin querer y ni saberlo no te haya felicitado.


Sinceramente, no sé si perdí yo misma todos aquellos besos por miedo a pedir;
como aquella frase de Joaquín Sabina: ''Cuántos besos me perdí por no saber decir, te necesito.

Pero no necesito ahora tus besos, sólo me gustaría que parases un segundo de tu vida y pensaras que alguien desde hace un tiempo atrás se esfumó de tu vida como tú te esfumaste de la suya
y recuerdes que estuvo en ella alguien que de verdad te falta ahora,
que recuerdes que en tus manos faltan las mías
y no las de ella.


Aunque huya de ti y aparezcas de nuevo entre mis líneas,
volveré a huir hasta que te canses de hacerlo y sea otra 
persona de la cual escribir.

                                                                                          NN.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Palabras para un desconocido muy conocido.

Tengo la extraña manía de temblar cuando en cualquier lugar escucho tu nombre.



La manía más dolorosa para no poder olvidarte.
Y es que, cariño mío, siento decirte una vez más que aunque te fuiste, para mí sigues aquí, de la manera más extraña del mundo,recordándote como el mayor sentimiento alocado de toda mi vida.

Abrí los ojos porque me pesaban tanto que decidí dejarte ir fuera como fuese, dejarlo por fin todo a un lado, cuando en realidad, ni he podido abrirlos ni pude dejarte a un lado. Todavía tiemblo de saber que un día estuve tan pegada a tu pecho que ni puede parar los minutos ni hacerte la persona más feliz del mundo.

Un día me prometí tantas veces que no te iba a dejar ir; que ahora te fuiste como quien dice ''Ahora vuelvo'' y nunca volvió.
Dime qué hago  para pensar que nunca ha pasado nada, como si nunca nos hubiésemos conocido como si tú y yo fuésemos dos completos desconocidos muy conocidos. Lo peor de todo es que me conoces de la peor manera pero lo sabes, sabes que perdí el rumbo de intentar que conocieras a una persona mejor que yo.

Principalmente me molestaba que llegases a conocer a mi verdadero yo y que te asustaras y te fueras. Y así fue, te fuiste por haberte mentido haciéndote creer que la persona que habías conocido hubiera sido mejor haberla conocido tal y como era. Tantos errores cometimos para intentar llevarnos bien, por intentar enamorarte fallé uno y cada uno de mis planes.



Me gustaría volver a verte de nuevo solo por el hecho de saber que eres feliz como también que sepas que llegué a levantarme sola como un día lo conseguiste hacerlo tú porque era lo único que me hacía falta, levantarme de la caída más dolorosa que pude haber llegado a tener; tu despedida.
Te quise tanto que ahora en momentos como este necesito odiarte aunque sea un poco, ya que fui la única de los dos que se quedó esperándote, aceptando tanto mis errores como los tuyos pero al menos, esperándote para decirte un último adiós el cual, nunca pude haberlo dicho.
                                                                    NN.



domingo, 4 de octubre de 2015

El problema es que a veces vemos señales donde solo hay coincidencias.

Y eso fue lo que fuiste, una coincidencia.
Pensaba que ibas a ser tú quien me alejara de esta soledad que me impide volver a sonreir porque no tiene ningún motivo coherente, vivo.
Pensaba que ibas a ser tú que me sacara de estos locos pensamientos, de estas pocas ganas de vivir, de sentir, quitarme la extraña manía de olvidarme de los para siempre aunque digan que no existen, de los bailes apasionados que te dejan sin voz y dejan tu cuerpo temblando, de abrazos cálidos y besos dejándote sin aliento.

Lo peor de todo es que ni yo misma me he dado cuenta que no eras cosas del destino sino que solamente era una coincidencia simple, normal, y es por eso el por qué no le veía sentido a la situación, no veía ninguna respuesta que me hiciera retroceder.
Y sí, he vuelto a retroceder, otros miles más de pasos. Otra vez estoy en el mismo punto dónde me estanqué, en olvidarme del amor, de quererlo encontrar, de querer ser feliz por motivos de él, sólo vivir tu vida, sintiendo tú misma la felicidad con otras cosas que no sean eso, Amor.
¿Y a quién puedo contar estos mogollones de ''problemas''?
si todos no son quien aparentan y quien aparentan tampoco son.
                                                       NN.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

El valor de los imposibles.

¿Qué puedo decir de los amores imposibles?
Amores inalcanzables cuales entregarías todo de ti por ellos sin nada a cambio, sin ningún motivo, ni siquiera una explicación sino solamente con hechos y más que hechos.

Aún sigo si entender por qué sólo llegamos a fijarnos en los imposibles y no nos damos cuenta que los posibles son los que siempre han estado ahí pendiente de ti.

Eres mi imposible inalcanzable, el que nunca se fijará en mí, el que hace los actos sin pensar y sin saber que otras personas, por ejemplo, yo, damos a entender otras intenciones. Así pues, llegan luego lo que llamamos ''los palos de la vida'', aquellos que, sin darte cuenta ya te los han dado y cuando quieres rectificar, cuando verdaderamente quieres retroceder en el tiempo para cambiar las cosas, el daño y los hechos ya son realidad y lo demás es imposible de olvidar.
                                                                                                    NN.

lunes, 14 de septiembre de 2015

No puedo llegar a olvidarte.

Aún sigo aquí sentada en esta hamaca mirando al cielo, a las nubes, recordándote una y otra vez. Pidiendo un respiro.




Aunque nuestros caminos se separaron siempre has estado aquí, recordándome que sin ti a veces no puedo caminar.
Estoy de acuerdo con eso que dicen de que el primer amor nunca puedes olvidarlo.


Entre tu y yo siempre hubo como una puerta que siempre estuvo cerrada y que, solamente yo estuve forzándola para que al menos se quedara entreabierta.
Siempre intenté por no decir que acepté rotundamente todo de ti pero
 con el paso del tiempo veo que todo resultó ser en vano, pensaba que era la primera de todas aquellas cuando en realidad, fui la última.

Porque me he dado cuenta que aunque pase los años de ti no me puedo olvidar y aunque me hayas dejado caminar sola por muy fuerte que haya sido siempre me he estado cayendo por tu ausencia como en este último tiempo.
 Intentando ahogar en otros tu ausencia cuando la única que se ahogaba era yo porque no he podido dejarme llevar por tu culpa. Tu corazón era de piedra como ahora es el mío pues, como aquella vez que dijimos que nuestros corazones serían de piedra y únicamente nosotros podríamos ablandecerlos.
Necesito decirte que estoy harta de suspirar en voz alta pidiendo que esa bocanada de aire sea porque después de tanto tiempo decidiste volver y que yo, aunque haya estado mal te haya recibido con las manos abiertas.
Todavía me pregunto por qué me has dolido tanto si pensándolo mejor fue algo fructífero.
¿Para qué voy a mentir? Para mí fue demasiado intenso para tan poco tiempo y si me duele estas palabras será porque me gustaría tanto volver a tenerte a mi lado ya que has sido la única persona que he podido querer con tanta intensidad y que no ha podido haber otro después de todo que haya llenado el vacío de este corazón tonto que no quiere darse cuenta que me dijiste adiós entre líneas...

Y si tú... Volvieras... Mis lágrimas sé que volverían a salir pero un alivio en mi corazón quedará porque es lo único que necesito desde hace tanto tiempo, un Hola, un Te echo de menos, algo que pueda abrirme los ojos de una vez y pueda cerrar esta puerta que para mí siempre, como he dicho, estuvo entreabierta.




Y ahora decirte que aquellas promesas que nunca se cumplieron me llenaron de felicidad en esos momentos, aunque siga aquí sentada intentando ahogar este sentimiento en unas cuantas palabras estaré olvidarte como he estado haciendo hasta hoy, sin culpas, sin  miedo, sólo sabiendo que por fin pude caminar sin ti.

Hoy necesito decir que puedo vivir sin ti. 
NN.